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Se llama ciclo del agua a la circulación y conservación del agua en la Tierra porque, aunque su cantidad siempre es la misma, se traslada de un lugar a otro cambiando de estado.

En la Tierra el agua existe tanto en estado sólido (hielo, nieve, escarcha), como en estado líquido (océanos, ríos, lagos) y gaseoso (vapor de agua).



El
agua de la superficie de los océanos se evapora (pasa de líquido a gas).

Después el vapor de agua, al enfriarse, se condensa en gotitas (pasa de gas a líquido) y forma una nube. Cuando esas gotas de agua pesan lo suficiente empiezan a caer en forma de lluvia o llovizna, o de nieve si hace suficiente frío en la atmósfera y, a veces, de granizo, cuando se trata de nubes tormentosas muy desarrolladas.

Una parte del agua que llega a la superficie terrestre será utilizada por los seres vivos.

Otra parte se
escurrirá hasta llegar a un río o al océano, es el caso de la nieve después de fundirse. Es lo que se llama escorrentía.

Y otra parte se
filtrará a través del suelo para formar acuíferos o capas de agua subterránea, proceso al que se llama filtración o infiltración.

Después toda esa agua, de un modo u otro, acabará por
evaporarse, regresando de nuevo a la atmósfera con lo que el ciclo del agua se cierra y puede volver a iniciarse.




El agua en la Tierra está en estado sólido, líquido o gaseoso y cambia de estado continuamente. Pero, ¿cómo se llama cada uno de esos procesos?





Fusión: es el paso del estado sólido al líquido.
En la naturaleza, es lo que ocurre cuando el sol calienta la nieve de las montañas y esta empieza a derretirse.

Solidificación: es el paso del estado líquido al estado sólido.
Esto es lo que pasa cuando se mete el agua en el congelador o cuando las gotas de lluvia con el frío acaban convirtiéndose en nieve.


Evaporación: es el paso del estado líquido al gaseoso.
Ocurre, por ejemplo, cuando el sol calienta la superficie del mar y hace que el agua se evapore, se convierta en vapor. Y es que el aire siempre contiene vapor, también en el desierto, aunque no lo veas.

Condensación: es el paso del estado gaseoso al líquido.
El vapor de agua que hay en el aire (y no se ve) se condensa y se convierte en gotitas de agua muy pequeñas (visibles y que forman nubes junto con otras), de modo que solo lloverá cuando las gotas se hayan unido entre sí y pesen lo suficiente como para caer.


Sublimación: es el paso del estado sólido al gaseoso.
Esto es lo que ocurre en los polos o en las montañas. El sol calienta el hielo y un poco, aunque sea solo un poco, se evapora, se transforma directamente en vapor.

Sublimación inversa: es el paso del estado gaseoso al sólido.
En ocasiones, hace tanto frío que el vapor de agua que contiene el aire se congela directamente; ocurre algunas noches muy frías de invierno y es así como se forma la escarcha.

Desde la época de los dinosaurios, la cantidad de agua en la Tierra es la misma. Además no toda está al alcance de la mano y es apta para los seres vivos.


Por otro lado, la población humana no ha dejado de crecer y el gasto de agua que hace cada persona ha aumentado, tanto que en algunos lugares del planeta ya empieza a haber restricciones y problemas.


Por estas razones, porque el agua puede acabarse y es indispensable para la vida, hay que evitar derrocharla o contaminarla, hay conservarla y protegerla.



¿Sabías que…?

* En la Tierra el agua cubre las tres cuartas partes del planeta. Por eso a nuestro planeta también se le llama el planeta Azul.

* El Día Mundial del Agua es el 22 de marzo.

* Los cometas son cuerpos celestes constituidos principalmente de hielo. En cambio, sus colas están formadas por vapor de agua.

¿Sabías que…?

* El cuerpo humano contiene entre un 60 y un 70 % de agua, una planta hasta un 90 % de agua y el porcentaje de agua en una medusa adulta varía entre un 94 y un 98 %.

* Los bebés tienen mayor proporción de agua en su cuerpo que las personas mayores.

* El agua es esencial para todas las formas conocidas de vida. El ser humano no puede estar más de cinco o seis días sin beber.

¿Sabías que…?

* El agua, cuando se enfría lo suficiente, se congela y congelada ocupa más que si estuviera líquida.
Por eso no se debe meter una botella llena de agua en el congelador, para que no se rompa.

* En un período de 100 años, una molécula de agua pasa 98 años en el océano,
20 meses en forma de hielo, 2 semanas en lagos y ríos y menos de una semana en la atmósfera.